martes, 10 de diciembre de 2013

AQUELLOS MARAVILLOSOS AÑOS (MEMORIA GRÁFICA DEL VERANO DE 1932)


 © JOSÉ CARLOS GARCÍA RODRÍGUEZ


Caseta del Círculo de Artesanos en la Calzada - Foto Garrido (1932).




Aunque hacía poco más de un año desde la proclamación de la II República, el cambio de régimen apenas interfiere en el normal acontecer vacacional de Sanlúcar. Si acaso, los forasteros echan de menos el programa de carreras de caballos, suprimido desde el año anterior por el nuevo ayuntamiento republicano que considera monárquico y demasiado elitista el espectáculo ecuestre que la ciudad ha venido celebrando desde 1845.




Vuelta de los pescadores a Bajo de Guía - Foto Garrido (1932)


   La popular Calzada, centro neurálgico de las noches del veraneo sanluqueño, ha cambiado su nombre de Reina Mercedes que hasta abril de 1931 había ostentado en honor de la malograda hija de los duques de Montpensier. Avenida de la República es su nueva nominación. Héroes de Jaca, Alcolea, Avenida de la Libertad,... son otros nombres incorporados al nuevo nomenclátor callejero republicano aunque con poco éxito. Tanto sanluqueños como forasteros seguirán llamando a las calles de la ciudad por sus nombres de toda la vida. También el Teatro Reina Victoria ha cambiado su nombre para pasar a ser denominado, simplemente, Teatro Victoria.


Bajo de Guía, ayer como hoy, centro de la gastronomía sanluqueña
Foto Garrido (1932)


La fiesta de la aviación- Foto Garrido (1932)
Barcos por la ría del Guadalquivir - Foto Garrido (1932)



         Las crónicas periodísticas hablan de que la afluencia de veraneantes a Sanlúcar en este año de 1932 es extraordinaria. Como extraordinario es el programa que las autoridades municipales han previsto para su desarrollo entre los días 15 de julio a 15 de septiembre.


     En el carnet de aquel año leemos: 

  "En el instante en que preparamos nuestro CARNET de propaganda de fiestas de Verano, todo hace suponer que las de este año tendrán un éxito de público superior a los anteriores. En esta época todos sus diversos admiradores sienten ya ese sentimiento de nostalgia por la playa ideal para todos, cerca del mar y del río, donde no se está lejos nunca y se siente, sin embargo, el dulce abandono de las tormentosas ocupaciones cotidianas.


Carreras de motos en la playa - Foto Garrido (1932)

     En Sanlúcar se descansa de verdad del alboroto ciudadano -lo primero que suele buscar el veraneante-, y tal cosa se consigue sin ninguna de las desventajas de los lugares pequeños donde o se aburre soberanamente o soporta a fuer de una elegante postura estival todas las incomodidades, ni de las grandes ciudades playeras donde la vida suele ser más intensa y costosa que las de las ciudades que el forastero ha de abandonar.

     Todo este año, hace que seamos optimistas. Véase si hay causa para esto: 

    Las autoridades de Sanlúcar están decididas a abordar el problema de las comunicaciones por poco dinero, y tendrán los viajeros todas las facilidades que sean necesarias. De esta manera estará nuestro Sanlúcar y su veraneo al alcance de los que quieran convencerse de que no hay en toda la costa meridional otra que la iguale en bellezas naturales y sobre todo en temperatura, y en cuantos servicios resultan indispensables para hacer vida absoluta de playa.

Una de las colonias escolares que veraneaban en Sanlúcar en 1932
Foto Garrido (1932)


La plaza de toros de El Pino - Foto Garrido (1932)
     Conviene advertir, que para gusto de todos no faltará, según anuncian, espectáculos taurinos en su recién arreglada Plaza de Toros, Cine Sonoro, Conciertos, Concursos, el democrático Casino Municipal y otros diversos y distraídos festejos.

    Tal como si fuera poco, el placer de tomarse en Bajo de  Guía unos chatitos de manzanilla sanluqueña con unos langostinos de tapas."

  

Cuesta de Belén, Al fondo, el castillo de Santiago
 Foto Garrido (1932)

Portada del carnet de 1932


Camino de La Jara - Foto Garrido (1932)

Campanario de Santo Domingo
 Foto Garrido (1932)










 Las fotografías de este verano de 1932 que presentamos son de Garrido, un fotógrafo profesional que desarrolló su actividad en Sanlúcar en los años anteriores al comienzo de la Guerra Civil. La playa, la Calzada, el río,  los deportes, el ambiente ciudadano y hasta algunas notas  artísticas, como el campanario de Santo Domingo, son los elementos gráficos que resumen las vacaciones de un tiempo que -quizás equivocadamente- evocamos como feliz. Como un paraíso que perdimos. 

La playa - Foto Garrido (1932)









El ambiente de La Calzada - Foto Garrido (1932)