lunes, 19 de mayo de 2014

MEMORIA GRÁFICA DEL MUELLE OLASO Y LA "COMPAÑÍA DE VAPORES SEVILLA-SANLÚCAR-MAR"


Playa de Sanlúcar de Barrameda
Restos del muelle de Olaso poco antes de su demolición definitiva. (Fotografía cedida por Turespaña)




© JOSÉ CARLOS GARCÍA RODRÍGUEZ 




En 2001 se iniciaba el derribo de una de las construcciones que mejor llegaron a evocar el más brillante pasado veraniego de Sanlúcar: el muelle de Olaso, cuyos últimos restos desaparecieron en 2005. El referido muelle, situado en Bajo de Guía, fue el punto  de destino y salida de los viajeros que realizaban la navegación fluvial entre Sevilla y Sanlúcar y viceversa. Este servicio de transporte de pasajeros y mercancías por el Guadalquivir -la línea "Sevilla-Sanlúcar-Mar"- fue debido al empeño de Luis de Olaso y Madaria, marqués de Olaso, quien concibió la estructura de su compañía naviera instalando sendos puertos propios para atraque de sus buques y atención a sus pasajeros en Triana (Sevilla) y Sanlúcar de Barrameda.






El primitivo muelle de madera de Bajo
de Guía,  construido en 1908, que
antecedió al muelle de  Olaso.
Fotografía tomada por J. Turina en 1914.





cianavierasevillasanlucarmar           
  


Bandera y colores de las chimeneas de los vapores de la compañía Sevilla-Sanlúcar-Mar.
















  El muelle de Sanlúcar, construido en hormigón bajo la dirección facultativa del ingeniero Francisco Martín Gil, autor del proyecto, medía 86 metros de largo por dos de ancho. En su parte norte dedicada a los atraques la estructura portuaria conformaba una especie de figura de martillo de 36 metros de ancho por 72 de largo. La plataforma de la que partía el muelle y que servía de rompeolas medía 22 metros de ancho por 72 de largo. Esta plataforma estaba unida a la funcional estación marítima de viajeros que ocupaba el lugar donde hoy se encuentra ubicado el Centro de Recepción de Visitantes "Fábrica de Hielo".




     Las obras de construcción del muelle de Olaso fueron iniciadas en 1911 y se prolongaron hasta 1922. Por cierto, no fueron muy diligentes las autoridades de la época para dar conformidad al proyecto del muelle sanluqueño y de constitución de la compañía naviera cuya aprobación había sido solicitada al Ministerio de Fomento el 28 de enero de 1922. Hasta el mes de agosto de dos años más tarde hubo de esperarse para recibir las autorizaciones pertinentes, aunque la línea de  vapores quedaría inaugurada en el verano de 1922, utilizándose provisionalmente como muelle las instalaciones portuarias  de Bonanza.




Vapor SAN TELMO en Sevilla. Fecha indeterminada. Del blog Sabor Añejo.jpg
El vapor "San Telmo" en su muelle de Triana (Sevilla)


     El primer barco que se integró en la flota del marqués de Olaso  fue el vapor a paletas "San Telmo", construido en 1876 y que había servido en Inglaterra con diferentes nombres para varias compañías, incluso como buque militar. Fue adquirido por Luis de Olaso y Madaria en 1921 para su uso como yate personal. Bautizado con el nombre de "San Telmo" fue enviado al año siguiente a Sevilla para ser buque insignia de la Compañía de Vapores Sevilla-Sanlúcar-Mar. A este primer barco se unirían los vapores "Triana" "Bajo de Guía"  y "Sanlúcar", todos ellos con chimeneas pintadas con los característicos colores rojo y negro. El vapor "Sanlúcar", construido expresamente para esta línea fluvial era de menor tonelaje que los otros, aunque de mayor lujo y comodidad, contando con salas de lectura y baile y restaurante. La contraseña de la compañía era un bandera rectangular de color azul marino, con una cruz de malta en rojo.

    
Edificio "El Faro", junto al puente de Triana, en Sevilla, donde se
expendían los billetes para los vapores que iban a Sanlúcar. (Imagen actual)

     El billete de Sevilla a Sanlúcar en primera clase costaba nueve pesetas y cuatro pesetas el pasaje en segunda clase. El recorrido se hacía en cuatro horas y media, teniendo lugar las salidas y llegadas entre las nueve de la mañana y las nueve y media de la noche. Los barcos desplazaban unas 150 toneladas y contaban con todas las atenciones que un cliente pudiese demandar en aquellos años. Incluso disponían de calefacción, ya que la línea Sevilla-Sanlúcar-Mar funcionaba todo el año aunque, lógicamente, la frecuencia de salida de los vapores era mucho menor en primavera, otoño e invierno que en verano.



Vapor Sevilla-Sanlúcar
Llegada del "San Telmo" al muelle Olaso de Bajo de Guía. (Postal de la época) 








Vapor San Telmo en muelle de Olaso,en 1900, Bajo de Guía,Sanlucar de Barrameda
Otra postal de época con el arribo del "San Telmo" a Sanlúcar.


     La llegada del "San Telmo" a su muelle de Sanlúcar era un espectáculo que congregaba a un gran número de curiosos y a una flota de automóviles y carruajes de alquiler que ofrecían sus servicios para el desplazamiento de los veraneantes desembarcados.



El muelle de Olaso, al fondo, excepcional tribuna popular durante las
carreras de caballos de otros tiempos.






     En el mes de noviembre de 1932 la Compañía de Vapores Sevilla-Sanlúcar-Mar suspende sus  servicios fluviales, pasando la empresa a manos de la sociedad Isla del Guadalquivir. A partir de entonces el "San Telmo" fue retirado para convertirse en un pequeño hotel flotante hasta ser desguazado en 1935. Unos años después el transporte regular de viajeros por el Guadalquivir cesa de forma definitiva.



Aglomeración de público en el muelle de Olaso con motivo de unas carreras de motos en la playa (1932). Las cúpulas que se observan a la derecha de la imagen corresponden a la estación marítima de la Compañía de Vapores Sevilla-Sanlúcar-Mar donde los viajeros adquirían los billetes y esperaban su embarque para viajar con destino a Sevilla.
    
     Con su falta de uso y de mantenimiento comenzó el deterioro del muelle de Olaso que culminaría en su total ruina al finalizar el pasado siglo. Es entonces cuando el Ayuntamiento de Sanlúcar decide su demolición, terminando de esta forma tan lamentable con uno de los vestigios que seguían testificando con su presencia de una de las más brillantes etapas del veraneo sanluqueño, cuando la ciudad recibía visitantes por dos estaciones de tren, una estación marítima y dos líneas de autobuses.